‘Los hijos son la prolongación de la existencia’, dice una conocida canción, que recuerda el sentido de la procreación en los seres humanos.
Cuando una pareja decide incluir en su proyecto de vida la opción de ser padres, en ocasiones no mide las consecuencias de su determinación; o, si el bebé les llega por sorpresa, esta situación podría generar desavenencias.
“La construcción de una familia no se improvisa; se cultiva y se siembra cada día para recoger los frutos en el futuro”, afirma la psicóloga Isabel Cristina Bettín.
Antes de imaginar en brazos a un pequeño dormilón, indefenso y vestido en diminutas prendas, hay que sentarse en pareja, tomar papel y lápiz y discutir puntos claros para evitar problemas derivados de una circunstancia fruto de la improvisación.
Algo clave: si alguno de los dos no se siente amado, sino usado, es mejor no contemplar la idea de tener hijos; tampoco, si la relación de pareja es inestable.
Qué hablar y pensar Lo primero, aconseja la psicóloga Bettín, es concertar la decisión, la cual debe partir de un proyecto mutuo, no individual. No es sano que alguno de los dos decida tener un hijo motivado por las necesidades afectivas del otro; tampoco, concebir con la idea de que su llegada ‘dará tregua’ a los conflictos de pareja, ni mucho menos con el fin de convertirlo en ‘bastón de apoyo’ para la vejez.
También es importante contemplar que existen pautas de crianza que habrá que definirlas desde un principio en términos negociables y no negociables en relación con los niños, afirma la psiquiatra Isabel Cuadros, directora ejecutiva de la Asociación Afecto contra el Maltrato Infantil.
Aquellos que no se negocian, agrega, tienen que ver con la seguridad (por ejemplo, que los pequeños no salen solos a la calle); en cambio, sí puede negociarse la hora de acostarse. “El comportamiento de un niño es más difícil de controlar cuando no existen reglas y los padres se contradicen.
Cualquier diferencia entre ellos debe estar soportada en el conocimiento científico y no en la experiencia que cada uno vivió en su infancia”, indica la siquiatra Cuadros.
La justificación de ‘en mi casa era así’ está ‘mandada a recoger’. Actualmente, las parejas tienen mayor acceso a información relacionada con la crianza de los hijos a través de publicaciones especializadas e Internet. Los conocimientos sobre el tema han cambiado mucho y vale la pena revisarlos.
De acuerdo con la siquiatra Cuadros, es conveniente que la pareja, además de estabilidad económica para soportar los gastos que un hijo genera, tenga una relación funcional.
Sin embargo, señala Bettín, dilatar en el calendario la decisión de ser padres hasta que haya suficientes recursos económicos o la seguridad de sentirse preparados para este reto, podría alejar aún más la posibilidad, pues siempre habrá excusas. Es clave además conocer el desarrollo de un infante en sus primeros años de vida para saber cómo responder a este.
Qué tener en cuenta La sicóloga plantea los siguientes interrogantes para quienes piensan concebir, de manera que lo hagan conscientemente: ¿En el tiempo que llevan juntos existe respeto y aceptación de las diferencias entre las formas de ser, pensar y sentir de cada uno? ¿La mujer encuentra en su esposo el compañero ideal para compartir con él la educación de sus hijos y la realización como mujer, esposa y madre?
Bettín considera que se deben tener los hijos cuando se acepta al cónyuge como la persona que le brinda seguridad en su relación y hay un compromiso conyugal de crecer sicológica y espiritualmente juntos.
“Hay que tener cuidado si alguno de los dos es adicto, depende afectivamente del otro o tiene un carácter impulsivo que rompe los límites del respeto y de la dignidad de su pareja, lo cual tiende a complicarse con la llegada de un hijo”, agrega la sicóloga.
La siquiatra Cuadros subraya tres aspectos básicos que se deben conocer de la pareja: cómo maneja la rabia (si es demasiado explosivo(a) podría ser peligroso), su forma de sexualizar el lenguaje y las relaciones sociales (un hombre que llama a las mujeres de forma inapropiada, no respeta o acosa a sus compañeras de trabajo, obliga a su pareja a tener relaciones sexuales o es promiscuo) y su consumo de licor (los alcohólicos pueden ser abusadores de niños tanto en negligencia como en violencia física y sexual). Esta no es una pareja sana.
Cómo ser buenos padres
Primero que todo es necesario señalar, como lo explica la siquiatra Isabel Cuadros, que un buen padre o madre es aquel que escoge siempre la necesidad del niño por encima de la suya y está dispuesto a desechar patrones de crianza anteriores, por el bien de sus hijos.
Para afrontar el reto de la paternidad y la maternidad hay que tener presentes otros aspectos, señalados por la sicóloga Bettín:
- Sacrificar horas de sueño, cuando sea necesario.
- Invertir económicamente en las necesidades de los hijos.
- No tener miedo a ponerles límites ni a negarles todo lo que piden, sabiendo que en algunos momentos pueden sufrir.
- No exigirles perfección.
- No sobreprotegerlos.
- Creer que son capaces de tomar sus propias decisiones en momentos específicos o al menos discutirlas con ellos previamente.
- Estimular su independencia y autonomía, así como el respeto mutuo y la entrega a los demás.
La paternidad no es fácil. Este reto implica mucho compromiso, responsabilidad y paciencia. Es claro que no hay una escuela para formarse como papá y solo se puede aprender en la práctica. Sin embargo, si está pensando en tener un hijo, primero conteste estas preguntas para saber si está preparado para asumir el desafío.
1. Cuando el bebé se despierte en la noche, ¿quién debe levantarse a atenderlo?
a. La madre.
b. El padre.
c. Ninguno de los dos.
d. Deben turnarse.
e. No deben atenderlo para que no se acostumbre mal.
2. ¿Quién debe ser el encargado del cuidado del recién nacido?
a. La madre.
b. El padre.
c. La abuela.
d. Una enfermera.
e. Padre y madre.
3. En la educación de los hijos, ¿quién debe ser el encargado de la formación en valores del niño?
a. La madre.
b. El padre.
c. La madre y el padre.
d. Los profesores.
e. Los amigos.
4. Si está pensando en tener un hijo, ¿cuál es el motivo?
a. Preservar el apellido.
b. Tener compañía en la vejez.
c. Arreglar los problemas conyugales.
d. Querer formar una familia.
e. Su esposa quiere quedar embarazada.
5. Después de nacer el niño, ¿qué se debe hacer con los planes personales y el tiempo libre?
a. No deben cambiar.
b. Hay que adaptarse a una nueva rutina y dedicar el tiempo equitativamente al niño y a la pareja.
c. Contratar una niñera para que cuide el niño.
d. La mamá debe ser la encargada del cuidado del bebé.
6. ¿Qué se debe hacer antes de tener un hijo?
a. Dialogar con la pareja si ambos quieren tener un niño.
b. No es necesario planear el embarazo.
c. La decisión la toma el hombre.
d. La decisión la toma la mujer.
7. ¿Cuál es el costo económico de un hijo?
a. No sabe.
b. Implica muchos gastos.
c. Es económico porque al comienzo solo toma leche materna.
d. Por esta razón, es mejor no tener un hijo.
8. ¿Cuál es el peso normal de un bebé al nacer?
a. 3.000 y 3.500 gramos.
b. 4.000 y 4.500 gramos.
c. 1.700 y 2.500 gramos.
d. 2.500 y 3.000 gramos.
e. No sabe.
9. ¿Cómo es su relción con los niños?
a. Los evade y no soporta sus llantos.
b. Le parecen lindos, pero no los prefiere cerca.
c. No los determina.
d. Juega con ellos, los consiente y los cuida.
e. Prefiere no estar cerca de ellos porque teme hacerles daño.
10 ¿El padre debe abstenerse de cargar al bebé recién nacido porque puede causarle daño?
a. Sí.
b. No.
c. No sabe.
d. No le interesa cargar al bebé.
Respuestas: 1: d; 2: e;
3: c; 4: d; 5: b; 6: a; 7: b; 8: a; 9: d; 10: b.
Más de 6 aciertos
Realmente está preparado para ser papá. Su visión sobre la paternidad está clara y posiblemente sea un buen padre. Sus hijos algún día se lo agradecerán, al igual que su pareja.
Menos de 6 aciertos
No hay una regla de tres que diga que alguien va a ser mal padre, pero en su caso es mejor que empiece a considerar la decisión de tener un hijo.
Por Andrea Linares
http://www.abcdelbebe.com
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